A la vibrante edad de 24 años, la vida de Emilia Clarke tomó un giro inesperado. Recién salida de filmar la primera temporada de Game of Thrones, un proyecto que la catapultaría al estrellato internacional, fue golpeada por un aneurisma cerebral que amenazaba su vida.
A pesar del costo físico y emocional de las cirugías y la rehabilitación, Emilia se aferró a una determinación inquebrantable: regresar a su pasión por la actuación. Tras el intenso horario de filmación, Emilia, al igual que muchos actores, buscó alivio del estrés a través del ejercicio. Sin embargo, una sesión de gimnasio aparentemente ordinaria se convirtió en una emergencia médica. Un dolor de cabeza se convirtió en un dolor atroz y náuseas, lo que la llevó a ser llevada de urgencia al hospital.
Inicialmente, los médicos lucharon por diagnosticar la causa de su malestar. Finalmente, una resonancia magnética y una exploración cerebral revelaron un aneurisma roto. Siguió una delicada cirugía de tres horas, testimonio de la habilidad del equipo médico.
Cuando Emilia salió del procedimiento, enfrentó un nuevo desafío: la afasia, un trastorno del lenguaje similar al que afectaba a Bruce Willis antes de su diagnóstico de demencia. Recuperar su nombre completo llevó una semana agotadora.
Dos años después, una exploración de rutina reveló otro obstáculo. Un crecimiento en el lado opuesto de su cerebro había crecido significativamente, lo que requería una segunda cirugía. Esta vez, el enfoque mínimamente invasivo ya no era una opción. La cirugía craneal con implantes de titanio se hizo necesaria.
La recuperación de la segunda cirugía fue una batalla de un mes contra la ansiedad y los ataques de pánico. La fuerza y ambición de Emilia brillaron mientras se negaba a sucumbir a la enfermedad, emergiendo aún más fuerte. “He sanado más allá de las esperanzas irrazonables”, declaró años más tarde, “Ahora estoy al 100%”. Pertenece a un grupo raro de sobrevivientes que desafían las probabilidades contra una condición así.
La experiencia de Emilia alimentó el deseo de retribuir. En 2019, junto a su madre, estableció SameYou, una organización benéfica dedicada a apoyar a personas que se recuperan de lesiones cerebrales y derrames cerebrales. Al compartir abiertamente su historia, ella aumenta crucialmente la conciencia sobre la necesidad de investigación en esta área crítica.
En 2023, Emilia se unió a la autora y sobreviviente de lesiones cerebrales Clemency Burton-Hill. ¿Su propósito compartido? Aumentar tanto la conciencia como los fondos para SameYou. Su historia poderosa y compromiso inquebrantable buscan cambiar el panorama para los sobrevivientes.